La Ridgeline se diferencia del resto de las camionetas de su segmento al tener una cama de carga integrada al resto de la carrocería, ya que esta es del del tipo monocasco (como un automóvil y no como comúnmente son las camionetas). Esta característica otorga una conducción que se asemeja más a un automóvil que a una camioneta, con una suspensión suave y confortable, así como también una mejor maniobrabilidad gracias a una mayor rigidez estructural. Ademas, la Ridgeline posee debajo de su cama de carga, un espacioso compartimiento multipropósito, ademas de la posibilidad de abrir el portón trasero de diferentes formas.

La Ridgeline posee un motor de 3.5 litros V6 24 válvulas i-VTEC que desarrolla una potencia máxima de 280 caballos a 6.000 rpm y un torque de 355 Nm a 4.700 rpm. Su transmisión es automática de nueve marchas y su tracción total AWD.