UN CLÁSICO ENTRE LOS TODO TERRENO
El Toyota 4Runner ha sido un clásico entre los todoterreno japoneses. Desde comienzos de los 80, fue un derivado de la camioneta Hilux, que en ese entonces se comercializaba en Estados Unidos. Con el pasar de los años, la 4Runner se fue refinando, mejorando y creciendo, sin embargo siempre mantuvo intacta su capacidad todo terreno, motivo por el que se ganó una fuerte reputación.
Han pasado 6 generaciones, donde la quinta duró nada menos que 15 años en el mercado con actualizaciones cosméticas y de equipamiento, lo cual habla de un producto con largos ciclos de vida y que responde al concepto: ¿Para qué cambiarlo si ya funciona? Sin embargo quince años es mucho tiempo, periodo en el que las tecnologías y desarrollos avanzan, por lo que ya era más que prudente realizar un cambio generacional.
La nueva Toyota 4Runner, basada en la plataforma TNGA-F que comparte con la Toyota Tacoma, Toyota Land Cruiser y Lexus GX, posee un diseño robusto y agresivo, que comunica capacidad todo terreno y gran versatilidad, incorporando el nuevo lenguaje estético de la marca en lo que se refiere a camionetas y SUVs, principalmente del mercado estadounidense, como por ejemplo su hermano mayor Sequoia o su prima cercana Tacoma. En el interior vemos una evolución que incorpora una pantalla central prominente, muchos botones y un ambiente cómodo, pero alejado del concepto “crossover”, más bien enfatizando su poderío todo terreno.
Un cambio radical es el de sus motorizaciones. Hasta el modelo de generación anterior teníamos un 4.0 litros V6 (hubo incluso V8 en generaciones previas), sin embargo la sexta generación incorpora un nuevo cuatro cilindros de 2.4L turbo i-FORCE que desarrolla una potencia de 278 hp y 469 Nm de torque. De forma inédita tenemos una versión híbrida compuesta por el mismo 2.4L turbo asociado a un motor eléctrico que desarrolla en conjunto 326 hp y 629 Nm de torque, denominado i-FORCE MAX. Ambas motorizaciones se asocian a una transmisión automática de ocho velocidades y la tracción es como de costumbre trasera estándar o 4×4 bajo demanda; con el sistema de control de tracción Multi-Terrain Select, además de diferencial trasero bloqueable en algunas variantes.
¿LO VEREMOS EN CHILE?
Este modelo ha estado presente en el mercado nacional desde hace décadas, por lo que pienso que en algún momento lo veremos presente en nuestro mercado a un precio que fácilmente superará los 45-50 millones (CLP)