Al ingresar al BMW 120i (2006), inmediatamente notamos una atmósfera superior, en cuanto a calidad de acabado y una sensación muy similar a la de sus hermanos mayores de las series 3, 5, 6 y 7. El espacio interior es reducido, aunque sin dejar de ser un auto cómodo. El aire acondicionado tiene una potencia no usual en automóviles de su porte.
Al introducir una tarjeta y oprimir un botón, se enciende su motor de 2.0 litros, 4 cilindros y 150 caballos, siendo escasas las vibraciones, aun siendo un cuatro cilindros. Lo primero que nos llamó la atención fue la precisión de manejo, con una dirección muy comunicativa y un volante cuyo tamaño es muy cómodo. La suspensión no es suave, es más bien rígida aunque absorbe muy bien las asperezas del camino. El motor no está a la altura de la ágil respuesta de la dirección y suspensión, aunque suficiente para moverlo con soltura. La transmisión del 120i es automática, cuya modalidad manual (Steptronic) posee un evidente retardo haciendo que los cambios sean mucho más lentos que en una caja manual.
En conclusión el BMW 120i es un fino auto, de terminaciones y ensamblaje de alto nivel, con buena dinámica aunque deficiente en prestaciones. Imaginamos que el 130i, con motor de 265 caballos posee mejores prestaciones, aunque un precio bastante más elevado.
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